Hoy terminé decidiendo ir a la caza y captura de monos y no porque los quiera, suena masoquista, es solo porque quiero mejorar mis habilidades de liderazgo y saber que no soy y que sí soy.
Yo soy un Director un de proyectos no un Director de monos, así que he decidido enfrentarme a ello y vivirlo.
¿Y que es un mono?
Pues no hablo de nada nuevo, ya desde 1974 en HBR salió un artículo de William Oncken Jr. Donald L. Wass llamado Who has the monkey? haciendo referencia a los mismos, y lo mejor es que a día de hoy sigue siendo un referente, se han escrito ríos de tinta sobre esto.
También podéis leer este otro articulo en castellano, quizás es más descriptivo
Juan Carlos Recio, me aconsejó sobre ello y me recomendó además el libro Proyecto Safari, os lo recomiendo, todo un bestseller en este campo y me grabó a fuego la frase: “Un director de proyectos, tecnólogo como tú, no debe bajar a la parte técnica o dejarás de serlo.”
He leído varios libros de liderazgo, pero en el papel cabe todo y la realidad siempre supera a la ficción, aunque me ha venido de maravilla el conocimiento, veamos qué ha pasado.
El primer mono, reconozco, que sin querer y de manera inconsciente, ha sido al leer un correo con un contratiempo y que mi compañera no podía hacer. Me he ofrecido a ayudar, y para cuando me he querido dar cuenta, ya tenía el mono en mi hombro y sin darme cuenta he mandado un correo comprometiéndose a solucionar el problema (era editar 98 ficheros, uno por uno, de código fuente C y añadir un #include
Lo más divertido ha sido cuando después de comprometerme personalmente, ya que mi compañera estaba muy ocupada y me pide que lo haga yo, al cliente le urgía y no podía, mi compañera me indica que era el cliente quien había realizado una descarga errónea de subversion. Osea que no le daba la gana de hacerlo y punto.
Bien, que bien, mira por donde aquí he comenzado a idear este post, sonriendo y acariciando mi nuevo mono, lo he mirado de arriba a abajo, lo he sentido y he analizado la situación
Haciendo uso de mis habilidades adquiridas, he tomado un rol de líder experto, y no solo he aprovechado solucionar el problema sino además a dar con una solución rápida, eficaz, efectiva y sorprendente, he informado a los interesados de la solución.
Fin de la historia y adiós monito!!
¿Pero es esta la solución correcta y adecuada?
La cosa ha tenido su gracia, ya que me ha dado la sensación de tener una compañera de equipo encajadora de monos. He decidido comprobarlo, y me he vuelto a acercar, preguntando como va en su parte, preguntándole concretamente por hitos ¿y qué ha pasado? Confirmándose mis temores, el director de proyecto por compasión ha bajado a la parte técnica no demostrando un control efectivo y se lleva un monito de regalo, en el mejor de los casos.
Nuestras alarmas deberían sonar viendo a su mono ponerse nervioso. En ese momento debemos comenzar a preguntarle qué soluciones ofrece ella, cual considera mejor, animarle a que la lleve adelante y entonces que me informe de cuando se haya solucionado, ya que sino ahora la nueva situación requiere que sea yo quien tenga que solucionarlo e informarle a ella.
La solución ha sido analizar con ella las soluciones, identificar la más adecuada, animarle a que la lleve a cabo y pedirle que me informe cuando se solucione.
Una vez que me he encargado del mono y reflexionando, me siento capaz de identificar cuando mi compañera está dispuesta a soltarme un mono, estoy preparado para ayudarle a solucionar por sí misma el problema, enseñarle a pedir ayuda cuanto antes y que sea consciente de cómo está actitud le ayuda a crecer a ella y al equipo. Esto es lo que comúnmente se llama: delegar.
La conclusión a todo esto es que los Project Managers tenemos que tener mucho cuidado de los monos ajenos, tomar consciencia de nuestro rol y actuar de manera acorde, identificar muy bien a los miembros del equipo, preguntar, preguntar y preguntar, entrenar nuestras habilidades y de vez en cuando, hacer pequeños talleres/laboratorios para comprobar que no solo el proyecto está bajo control, sino también nuestro propio liderazgo y controlar que el equipo crece como es debido.
Ahora recuerdo que hace poco una antigua compañera, directora de un proyecto de obra civil, me increpaba que tenía mucho trabajo, que una y otra vez tenía que hacer el trabajo de los miembro del equipo, que tenía muchas cosas paradas que sus compañeros esperaban que las solucionara ella, que solo le llovían “marrones” y al final está llevando su trabajo a casa los fines de semana, porque no le da la vida con tantas interrupciones y el proyecto se le retrasa, que necesita cerrar la puerta de su despacho para poder hacer su trabajo. ¿Os suena?
Pues sí, existe una vida mejor.
En resumen : “Se un Project Manager y no Project Monkeynager.”
Soy Luis Larrión, director de proyectos profesional y mi lema es: Aprende, comprende y divulga.